miércoles, 11 de septiembre de 2013

Sobre la nostalgia.

Y es entonces cuando miras por la ventana. Intentas ver el azul del cielo; mas las hojas verdes que muerden los árboles tienen como fondo un blanco otoñal. Tragas saliva. Y te recorre una sensación que es como una niebla que penetra por tus órganos. Intentas sonreír, porque has escuchado por ahí que, si sonríes, puedes ser feliz.
Y es entonces cuando lo sientes más de cerca, sientes que la niebla se aclara y deja bolas de nieve y escarcha, y hojas cayendo. Y niños cantando en una nieve que nunca aparece.
Sientes nostalgia.
Pero no una nostalgia triste; si no de esas en las que te recuerdas con una manta y un tazón de chocolate caliente, mientras suena una canción de The Beatles.

Y te paras a pensar.

El tiempo nunca deja de pasar.

El efecto que produce la nostalgia es algo bonito. Hace que quizá eches de menos esa horrible época de exámenes que no te salieron para nada bien, o esa época en la que te hicieron daño. Hace que lo eches de menos, que lo recuerdes como una época bella por el hecho de que sentiste algo muy fuerte.

Seguramente, dentro de un año, el cielo se vuelva a nublar, y lo volveré a recordar todo.

Y quién diría que sentir tan fuerte fuese tan valioso.



1 comentario:

  1. Pienso dibujar esta puta entrada que me fascina hasta límites insospechados.

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